Crónica de una muerte anunciada...

El equipo de medicina sufrió una dura derrota, de esas que duelen y mucho, pero de esas que si no matan, fortalecen y conociendo a este equipo, a su garra y a su mística, no dudo en que seguramente esta derrota se supere rápidamente y que este equipo se levante y fortalezca.

La derrota duele mucho por toda la expectativa que se genero en torno al partido, ya que de ganar, medicina, no solo se hubiese asegurado la clasificación a la segunda fase, sino que ademas, hubiese quedado primero en el grupo Nº 1, algo que por lo demostrado hasta ahora hubiese sido muy justo y un premio a todos los que forman parte de este plantel, que sacrificando muchas cosas, se entregan con cariño para sacar el equipo adelante. Duele también porque la derrota pone a medicina cuarto en la lucha por acceder a la segunda fase, y si bien clasifican los primeros 5, medicina comparte la cuarta posición con los mismos puntos que el 5º y el 6º, por lo que hoy estaría jugando un repechaje para entrar a la ronda por el ascenso.
Pero fundamentalmente duele por que este equipo fue el el que mas quiso ganar a lo largo de los 90 minutos y la victoria fue un premio mas que excesivo para el rival, que se conformaba con el empate.

El partido fue parejo en el primer tiempo, en donde primaron el desorden y las  impresiciones en ambas partes, con mucho viento que dificultaba controlar el balón y con mucho nerviosismo lo que impedía poder jugar bien al fútbol.
En esos primeros 45 minutos medicina tuvo viento a favor, lo que como muy bien remarco en el entretiempo el entrenador, fue perjudicial para nosotros, ya que intentamos explotar la velocidad y técnica de nuestros dos puntas, pero que precisamente por el imponente viento reinante, las pelotas siempre se fueron largas o quedaron en las manos del muy buen golero rival. Poco se busco por abajo y se abuso del pelotazo sin la transición necesaria entre volantes y puntas para generar opciones mas claras. En una cancha angosta y con un mañana muy fría, que pareció contagiar a los muy buenos volantes de creación del equipo el primer tiempo se fue sin pena ni gloria con ninguna jugada clara para ninguno de los dos arcos.
En el segundo tiempo las cosas cambiaron y fue el equipo de medicina, quien tomo la iniciativa, y controlo el partido. Si bien todos creímos que con el viento en contra, el muy buen equipo rival iba a tomar la iniciativa y que intentaría meternos debajo del arco (ya que el viento reinante soplaba fuerte y no dejaba que la pelota ni siquiera llegara al medio de la cancha en los saques de arco),  sucedió todo lo contrario, ahora si el equipo intento jugar mas por abajo y las pelotas buscando las espaldas de los defensas estaban mas cerca de nuestros letales delanteros. Sumado a esto el equipo rival se quedo con 10 por la expulsión del lateral derecho, y entonces las cosas parecían promisorias.
Luego sucedió la expulsión simultanea de Matias (volante con mucha técnica, que hace de manera brillante la trancision defensa-ataque y es un desahogo constante para todo el equipo),  y la del segundo jugador rival, pero que en el balance, perdimos mucho mas nosotros. Con el 10 contra 9, el equipo rival firmo el empate y ahí fue cuando medicina fue a buscarlo con todo. Luego de 2 penales no cobrados por la jueza (de muy mal desempeño) y luego de haber permitido los golpes excesivos del rival, debiendo de haber echado al menos 2 jugadores mas, el partido parecía llegar a su fin.
Pero cuando corría el minuto 45 del segundo tiempo con un tiro libre directo a favor de medicina, sucedió lo peor, un tiro que fue devuelto por la cabeza de un defensa rival, que nos agarro con los zagueros volcados hacia el lateral desde donde se ejecuto el tiro libre y con los volantes mal parados, fue aprovechado por un delantero que pico solo y quedo mano a mano con nuestro golero que no pudo hacer nada para evitar el gol que a la postre fue el gol de la victoria del rival, que no mereció en ningún momento.

El porque del titulo de este articulo y la foto, es porque mas allá de los merecimientos de este partido puntual, en donde merecimos ganar nosotros, hay un viejo proverbio (que no se si chino, musulmán o cristiano) que reza... "cada uno cosecha lo que siembra" y nosotros, por la falta de compromiso de unos, y desinterés de otros, obtuvimos lo que mas merecíamos...., después de 4 semanas en donde solo hubieron 4 practicas por falta de cuorum y en donde ni siquiera en esas oportunidades hubo mucha gente a la hora de entrenar, se cosecho una derrota.....
Quizás sirva de aprendizaje y tal vez, en este año en donde aspiramos a volver a ascender, logremos entender que para poder conseguir buenos resultados, lo primero es entrenar y estar bien física y futbolisticamente, porque a la hora de encarar los partidos, no alcanza con buenos jugadores....